Pues hoy es el tercer día que me despierto más temprano de lo habitual para hacer ejercicio, ¡y qué diferencia! No sólo me siento más energetizada (no se dice así, creo, pero no encuentro mejor palabra…) sino que me han rendido los días muchísimo (cosa más obvia no podría ser, pero amerita decirlo). Para empezar, que me ponga a bloguear a medio día es cosa insólita, porque generalmente a estas horas estoy muy muy ocupada haciendo lo que se tiene que hacer en casa. Sin embargo, para ser medio día ya fui y vine, como quien dice, porque he tenido tiempo incluso de salir a El Péndulo a comprar un par de libros (En un lugar solitario, de Enrique Vila-Matas, y otro que voy a regalarle a una amiga…). Ya enviamos una revista a imprenta, ya pasé por mi café a Starbucks, metí ropa a la lavadora y ahora se está secando, y hoy sí desayuné bien, junto con Bernardo. Sumado a que hice ejercicio, lo mejor del día como para sentirse sin culpa y saber que se está haciendo algo por la salud.
Así que ahora escribo mientras Bernardo, que también ya adelantó su siesta, juega muy contento y me da oportunidad de sentarme a escribir y a leer. Veamos de qué va este libro que publica Random House Mondadori, ya les contaré más adelante…
¡Buen día!
Leave a Reply