Me encanta la avena casera. Es un alimento súper saludable, que aporta muchísima energía, y muy versátil en la cocina. Puede ser tan dulce como gustes. Esta receta la adapté de una que encontré en el nuevo libro de Giada De Laurentiis, Giada’s Feel Good Food. La receta original lleva trigo bulgur en lugar de avena, pero yo elegí usar avena de grano entero (muy diferente a la avena instantánea y mucho más saludable y crunchy). La receta es súper sencilla y deliciosa, ¡y lleva un toque secreto al final! Por cierto que mi hijo se la devoró, así que es una opción más para los desayunos o cenas de los pequeños.
Servings |
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- 2 tazas de leche de almendras sin azúcar, leche o agua
- 1 taza de avena
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 1/8 cucharadita de sal de mar fina
- 4 cucharaditas de aceite de oliva extra virgen
- 8 fresas grandes frescas o 12 congeladas
- 1/2 taza de zarzamoras
- 1/2 taza de moras azules
- 1/2 taza de frambuesas
- 1/4 taza de jugo de arándanos bajo en azúcar
- 1 cucharada de miel
Ingredients
4 porciones
Para las moras:
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- En una pequeña olla combina las moras con el jugo y la miel. Hierve a fuego medio y cuando suelte el hervor, reduce la flama y tapa la olla. Déjalo cocinar hasta que las moras estén suaves pero no desbaratadas (como 8 minutos). Apaga el fuego, retira la olla de la estufa y déjala enfriarse.
- En una olla mediana, combina la leche de almendras, la avena, vainilla, canela y sal. Caliéntalo a fuego medio y cuando hierva, reduce el fuego. Cubre la olla y déjalo cocer hasta que la avena se sienta suave, unos 10 minutos.
- Sirve la avena en bowls, rocía una cucharadita de aceite de oliva encima y luego añade las moras.
- Sirve de inmediato.
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