Inicia el año y dan ganas de tirar todo el caos a la basura y que alguien venga a ordenarnos la casa para vivir más ligero y sin tanta cosa. O por lo menos eso me pasa a mí, con cada año nuevo, y esta vez estoy decidida a hacer un cambio verdadero. El libro de Marie Kondo, La Magia del Orden, llegó a mis manos hace ya varios años y ahora estoy disfrutando ver en acción a Marie, una tiernísima japonesa que ha sido tan exitosa con su método de organizar que ya hasta tiene serie en Netflix.

Darle gracias y dejarlo ir…

Lo padre del método KonMari es que se basa en la filosofía japonesa y en la idea de que las cosas que nos rodean deben provocarnos entusiasmo, felicidad; de lo contrario, hay que deshacerse de ellas (¿te suena? aplica para todo!). Por lo que hay un acercamiento a las cosas (objetos) muy distinto al que tenemos en Occidente. Se trata de agradecerle a nuestras cosas, empezando por la casa donde vivimos, y después desprenderse de aquello que no nos provoca felicidad, dándole las gracias antes de desecharlo.

No es fácil descartar cosas que acumulas preguntándote: “¿me hace feliz o no?” para cada cosa… En realidad, debo decir que después de un rato de practicarlo, sí es fácil, pero al principio suena raro. ¿Quién de ustedes no se pone a organizar la casa pensando el típico “si no lo has usado en seis meses ya no lo vas a usar nunca” que, la verdad, no sirve mucho? Porque uno se apega a las cosas que le provocan algo: alegría, felicidad o recuerdos tristes (sí, hay quienes tienden a apegarse a la tristeza pues tienen la tendencia a la melancolía).

¿Eso que guardas te hace feliz?

En el caso del método KonMari, se trata de reconocer que no necesitamos demasiadas cosas para ser felices, y que las que vamos a tener o conservar deben ser cosas u objetos que nos provocan (al verlos, al tocarlos, al sentirlos) felicidad. ¿Sí o no, cuando revisas tus cajones y sacas la playera que hace mil no usas, dices: “no me encanta pero está nueva todavía” y terminas guardándola de nuevo en tu cajón?

Te sugiero leer el libro de Marie Kondo y ver la serie de Netflix, para que entiendas mejor el método y descubras una forma nueva de hacer limpieza y deshacerte de cosas. Te vas a sorprender con lo que propone (como por ejemplo, sacar TODA tu ropa, toda, y hacer una pila en un solo lugar – esto, para que dimensiones la cantidad de ropa que tienes).

Yo valoro mucho eso de la simplicidad, es la meta que ando persiguiendo hace ya muchos años y nomás no lo logro. ¿Será que como soy escritora me encanta complicarme la vida, por lo que me gustaría “compensar” tanto drama viviendo más simple y más ligero…?