El post pasado generó varios comentarios, muchas gracias. En efecto, coincido en que ni el juguete más caro puede hacer que tu hijo se entretenga por más de 5 minutos solo. Hay que estar con ellos y… ¡jugar! Así que desde ayer ando viendo páginas de internet que proponen ideas de juegos divertidos para hacer en casa. Y es que hasta yo ya me harté de los juguetes de Bernardo, ya no nos causan sorpresa ni a él ni a mí. Decidí guardar la mayoría de sus juguetes y dejarle fuera sólo unos cuantos; y ahora estoy anotando los nuevos juegos que he encontrado para él y que son fáciles de hacer (la mayoría involucra cajas de cartón de distintos tamaños y los famosos topers de cocina). También estoy por aprender a tejer en gancho porque ya tengo muy claro qué muñecos quiero hacerle a Bernardo. Y… el carpintero está en camino para tomar las medidas del juguetero-librero que tengo en mente para su cuarto y donde lo principal serán sus libros. De esos ya hay una buena colección y prometo, definitivamente, no llenar el juguetero sino hacerlo muy accesible, simple y pequeño.
Sin embargo, también recuerdo que en las clases de masaje para bebé la maestra llegó a decirme que no tengo que ser “payaso de 24 horas” de mi hijo, es decir, que los niños tienen que aprender a entretenerse solos y que dejarlos aburrirse no está mal. Coincido con eso, aunque lo malo aquí es que cuando Bernardo se aburre le es muy fácil ir a buscarme y jalarme la ropa en señal de “ya no sé qué hacer”. Me levanta la blusa y me mete el dedo en el ombligo, y yo empiezo a hacer ruidos extraños para entretenerlo otros dos minutos más, que es lo que dura ese “entretenimiento”. Cuando el ombligo sonador ya no funciona, me percato de que estoy siendo la “mamá payaso” que se supone no debo ser, y trato de llevar a Bernardo a otro lado y para mostrarle otro juguete, pero el éxito dura apenas otros dos minutos, tiempo suficiente para que regrese a mis piernas a jalarme la ropa otra vez. Y es ahí cuando dejo a un lado lo que estoy haciendo, me rindo, y busco nuevas cosas que hacer con él, ya sea dentro o fuera de casa. Sí, entiendo eso de dejarlos aburrirse solos pero me pregunto cómo se “negocia” esto con un infante de 13 meses. ¿Cómo le dices: “te tienes que quedar ahí y aburrirte solo porque mamá está ocupada”? O ¿cómo evitas que te siga y te jale la ropa? Estás ahí, te puede ver, no hay manera de esconderse…
Espero sus comentarios, mientras tanto, ya les contaré de los nuevos juegos y entretenimiento con los que vamos a divertirnos esta semana… quizá alguno les pueda servir.
Saludos.
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