…disfrutando de una taza de té (y de un poco de paz) mientras Bernardo duerme, al fin, su siesta del día…
…terminando de recoger los juguetes que dejó por todas partes mientras me doy cuenta de que, en realidad, no son tantos ni me tardé tanto en recogerlos…
…viendo el calendario y dándome cuenta de que el verano está por acabarse, aunque para mí apenas había empezado…
…recordando que hace exactamente un año nos moríamos del nervio porque al día siguiente me iban a inducir el parto de Bernardo…
…viendo dormir a Bernardo mientras me cae el veinte de que mañana cumple su primer año…
…agradeciendo a Dios por la vida que tengo…
…sonriendo porque, aunque tengo la blusa manchada de sopa de zanahoria, tengo un hermoso motivo para tenerla manchada de sopa de zanahoria… y no me interesa lavarla por ahora.