¡Hola! Bienvenida a este espacio. Si antes no habías estado por aquí, espero que te quedes por mucho tiempo… Mi familia y yo te damos la bienvenida.
Este sitio acaba de renovarse, empezando en julio de 2016, así que todo lo que ves aquí a partir de esta fecha es nuevo. También encontrarás los contenidos de antes, pues el blog ya tiene sus 5 años y ha pasado por varias remodelaciones. Sin embargo, lo que ves ahora no es una “redecoración” sino una evolución. Este sitio comenzó siendo un espacio personal para compartir mis reflexiones de maternidad y mis mejores recetas de cocina, pero mi blog y yo hemos crecido mucho desde entonces… ¡Gracias a quienes no han dejado de acompañarme!
Hoy persigo una nueva misión que me entusiasma: hacer de este sitio un espacio de inspiración y acompañamiento para las mujeres reales.
¿Y a qué me refiero con eso de las “mujeres reales”? A las mujeres que disfrutamos ser tal y como somos; a las que no negamos que la vida tiene sus subidas y bajadas, sus días buenos y sus días malos, y aun así nos esforzamos por ponerle buena cara al día a día.
…a las mujeres que tenemos muy claro lo que queremos de la vida, las que perseguimos sueños sin dejar de tener los pies bien puestos en la tierra, las que nos comprometemos con nuestros ideales, con nuestros roles y responsabilidades; las que en el intento de tenerlo todo bajo control, nos complicamos más la vida y luego nos terminamos riendo de nosotras mismas. Las que a veces nos abrumamos con tantos roles y quisiéramos dejar todo para empezar de nuevo (aunque luego nos arrepentimos).
Las que tenemos mil sueños y aparentemente muy poco tiempo para ellos. Las que nos esforzamos por ser perfectas y en el camino descubrimos que no lo somos, que simplemente no se puede, y que de hecho no está padre querer serlo.
Este blog es para nosotras, las mujeres que valoramos mucho a las amigas, que admiramos y reconocemos a otras mujeres que nos inspiran, que buscamos en otras mujeres (y hombres) esos rasgos que admiramos y queremos perfeccionar en nosotras. Las mujeres que nos damos la oportunidad de reinventarnos, de empezar nuevos proyectos porque, sabemos que todos los días nos estamos reinventando, evolucionando.
Eso es para mí ser una mujer real: asumir con orgullo quién eres y buscar inspiración en otras mujeres que te alimentan. Mujeres reales, vulnerables, auténticas, sentimentales, fuertes, con sentido del humor…
A esas mujeres les escribo y las invito a acompañarme. Con este blog quiero ayudarte a sacarle el máximo provecho a los días en que te sientes capaz de contagiar de felicidad a los que te rodean. Y también acompañarte en los otros días en los que te sientes poco animada… ¡no estás sola!
Este sitio es para todas ustedes, y estoy más que ansiosa de recibir sus comentarios, de leer sus reflexiones, de compartir sus experiencias, sus aprendizajes, sus tips, sus recetas… y compartirles a ustedes también todo aquello que enriquece mi día a día, lo que me entusiasma y me inspira. ¡Te va a gustar!
Sin duda, he disfrutado mucho esta evolución (que llevó más de 7 meses de mucho trabajo). Ha habido un gran esfuerzo, no solo mío, sino de un equipo de gente valiosa, de amigos y colegas, (¡y de mi familia!) que han apostado conmigo en este proyecto:
David y Erika, que desde California hicieron posible este gran cambio. Erika: una mujer auténtica –mamá, empresaria y diseñadora– que supo aterrizar mi marca en una imagen más elegante, refinada, simple, fresca… tal como la soñaba. Y que le puso color y forma a cada rincón de este blog, ¡mil gracias! David, ¡un tipazo! Con su paciencia, su experiencia y, sobre todo, su gran calidad humana, logró poner al tiro los fierros y la máquina que impulsan este sitio, haciendo que todo trabaje a la perfección, que todo funcione y convirtiendo a este espacio en un poderoso cohete de la NASA capaz de ir a la luna y de regreso sin el menor daño. ¡Thank you so much, David!
Kari Calles, mi colega y amiga en la industria editorial: su gran gusto, su compromiso y, sobre todo, su cariño, sirvieron para que las fotos de comida luzcan tan hermosas como las había querido. Gracias, Kari, por ayudarme a “subir la vara” y enseñarme tantas cosas en el proceso.
Pepe, el mismísimo Pepe Castillo (el “mero mero” fotógrafo de Grupo Editorial Expansión), amigo y colega, ¡gracias! Hiciste “magia” con tu ojo y tu cámara. Lograste que mi familia y yo nos viéramos muy bien detrás de tu lente, y capturaste los momentos más auténticos de nuestra vida cotidiana, con todo lo difícil que fue a veces tener a Bernardo y a Eugenia contentos al mismo tiempo (y a mí, me hiciste reír mucho y me enseñaste que salgo mejor cuando me río a carcajadas)… Sin tu talento, la mitad de este blog no se vería tan increíble como se ve ahora.
Y a Juliana, Araceli, Huguette y Mónica y todo su equipo; Shantal, Ana y todo su equipo; así como a las marcas L’Oréal París, West Elm, Pottery Barn Kids, Pimjolie… su confianza y su paciencia se agradecen enormemente, ¡vamos por mucho más! A las chicas de Terroncito de Azúcar, por acompañarnos con sus cámaras a mi familia y a mí durante largas horas a sol y sombra; y sobre todo, a mis amigas y a mi familia por sus porras.
A mis lectores de siempre, ¡gracias por seguir aquí! Sus palabras han sido el motor de este largo proceso. Estoy muy contenta de poder enseñarles este nuevo blog que ahora están viendo.
Y a mis lectoras nuevas, una vez más, ¡bienvenidas! Espero que disfruten el sitio, que lo naveguen por cada rincón y, sobre todo, que me escriban mucho, mucho…
¡Gracias! y un beso.