Bernardo aún se despierta una vez por la noche, a eso de las 2 am, a tomarse una mamila. Sigo sin saber si es por hambre (se toma las 8 onzas… lo que me hace pensar que sí) o si es por sed (sugerencia reciente de mis amigas y que no suena descabellada). Hasta ahora, no he sido capaz de dejarlo llorar para que “evitemos” esa levantada y duerma finalmente “de corrido”. No soy de esas valientes. Si él llora yo no puedo dormir, así que siempre ha sido más fácil para mí atenderlo y volver a dormir en calma, los dos, antes que dejarlo llorar. Lo intenté dos veces y nunca funcionó. Lo más que lo dejé llorar fueron 15 minutos y viendo que no paraba, sino por el contrario, que se empeoraba el asunto, decidí esa noche no volver a hacerlo porque ni él se la pasó bien y yo… ¡ah, cómo sufrí! No estoy hecha para eso. No me gusta dejarlo llorar. Me rehuso. No creo que se trate de “evitarle el sufrimiento” como sugieren algunos, sino de atender sus necesidades, porque en verdad creo que cuando un bebé llora es porque algo necesita. Con Bernardo he aprendido que él no llora “de gratis”. Eso de que te manipulan los bebés me parece una irreverenda babosada. Un bebé de menos de un año ni entiende de eso. ¿Qué opinan ustedes? Ufff…. Plantear este diálogo es como hablar de política o religión, en verdad, hay miles de opiniones y argumentos encontrados sobre el gran tema de dejar llorar o no a los bebés. Aquí algunas de las frases que más me han dicho y mis argumentos:
“Lo vas a mal acostumbrar a que si llora, luego luego estarás ahí” – No me parecería una mala costumbre, por el contrario, me sentiría orgullosa y satisfecha si mi hijo, en cualquier momento de su vida, tiene esta certeza cuando se sienta triste…
“Le estás evitando el sufrimiento, sufrir no es malo” – En un bebé, llorar por hambre es una respuesta a una necesidad, es la única forma que tiene de comunicación. Y si un bebé necesita algo y no lo recibe, sufre. No veo la necesidad de hacerlos sufrir… En cuanto al sufrimiento, hay medidas, momentos, tiempos, etc… y en mi caso no considero que mi hijo tenga por qué “sufrir” por hambre…
“No lo estás enseñando a dormir bien, de corrido” – Confío en la naturaleza y en que poco a poco, conforme mi hijo vaya madurando, sabrá dormir “de corrido”. Siendo observadora, he visto cambios importantes en su forma de dormir, y mi hijo ha ido marcando una pauta, por cierto bastante natural y saludable a mis ojos, de dormir. Gradualmente ha aprendido a despertar menos veces; cuando lo pasé a su cuarto no hubo drama; y cuando se despierta siempre es por una razón concreta (sed, hambre o pañal mojado) por lo que una vez atendido, vuelve a quedarse dormido. Que un bebé de 12 meses se despierte UNA sola vez a media noche, coma y se duerma (total de 10 minutos despierto) no me parece reprochable, negativo, patológico, ni extraño, por el contrario, muy natural y sé que no siempre va a ser así.
“Le estás enviando el mensaje de que si llora conseguirá lo que quiere” – No sé si un bebé, en sus primeros meses de vida, “aprenda” ese mensaje tan literal si respondes a su llanto… no lo creo. Aun no hace ese tipo de razonamientos (otro tema son los berrinches, y me parece que de éstos hay que hablar luego). Más bien, cuando respondo a su llanto, le estoy “enviando el mensaje” de que el mundo es seguro y que cuando necesite algo, alguien que lo ame va a estar ahí para él. Tampoco creo que “aprenda”, como tal, un mensaje concreto (ni el primero, ni el segundo). Más bien creo que al responder a sus necesidades, a tiempo, le doy seguridad, una sensación de certeza que lo acompañará siempre. Si por el contrario lo dejo llorar hasta el cansancio o respondo a su llanto cuando éste ya sea insoportable, ¿podría ser que le esté enviando el mensaje de que entre más llore más obtendrá lo que quiere? O si el bebé deja de llorar, por agotamiento, (que nunca fue el caso de Bernardo), ¿estará aprendiendo a ser ignorado?
Ahí les dejo estas reflexiones. Espero sus comentarios. El tema es amplio y está lleno de aristas. Soy mamá primeriza y así pienso ahora. Pero me interesa escuchar tu opinión y dialogar. Escríbeme.