Si sientes que la mañana no te rinde, si te cuesta trabajo “arrancar” temprano, te invito a seguir este reto para aprovechar mejor las mañanas, hacer que el día te alcance y disfrutar tu rutina con mayor claridad y enfoque.
No sé ustedes pero a mí me funciona más la neurona por las noches, soy la más nocturna, ¡de toda la vida! Mi mamá dice que de bebé dormía poco y que lo único que me “relajaba” era ver televisión (sin comentarios, plis…). Sí, siempre he sido desvelada y soy del “tipo” de persona que funciona mejor y con más energía por las noches. En efecto, dicen que las personas nos “dividimos” en dos tipos: diurnas –las que funcionan mejor de día, a las que despertarse temprano no les cuesta trabajo y que suelen irse a la cama a horas “decentes”– y nocturnas. Soy del segundo tipo…
Sin embargo, desde que soy mamá ya no me “hallo” en ninguna de estas clasificaciones: por un lado, me cuesta trabajo despertar temprano y por otro, ya no aguanto las desveladas. Creo que las mamás de bebés pequeños formamos parte de un muy exclusivo “tercer tipo”…
Cuando mi hijo comenzó a dormir toda la noche recuperé mi perfil nocturno que tanto me encantaba, pero desde que nació #babyEugenia no he vuelto a dormir de largo ni 5 horas y, por ende, ya no aguanto las desveladas. La cosa es que en cuanto los dos se duermen en la noche me entra la adrenalina por hacer mil cosas, pero en menos de una hora ya estoy bostezando y me descubro muy poco creativa. Me voy a la cama “temprano” (11 am…) y dejo para el día siguiente lo que quería hacer. Por supuesto, a eso de las 7 am suena mi despertadora oficial, con su encantador “ma-ma-ma-ma-ma”, y vuelta a empezar…
En días recientes me encontré con esta idea que últimamente me ha ayudado para que sea más fácil despertarme por las mañanas y hacer que me rinda más el día. De algún modo, ahora que lo he estado haciendo encuentro que tengo un poco más de energía para el resto del día y me siento más animada. Me pareció buena idea y quiero compartirla contigo, no importa si tienes o no hijos, si trabajas en una oficina o en casa. Creo que si como a mí, te cuesta trabajo “arrancar” por las mañanas, esta idea puede funcionarte:
ENCUENTRA UNA MOTIVACIÓN. Elige una buena razón para despertarte más temprano y darte unos minutos sólo para ti: para un nuevo proyecto que estás “cocinando” y que no has tenido tiempo de atender; para una rutina de 15 minutos de meditación antes del baño; para prepararte desayunos más saludables, empezar un nuevo video de ejercicios, o leer por 30 minutos… Haz que salir de la cama sea más emocionante que de costumbre. Una noche antes, anota en una tarjetita tu meta o nuevo propósito, y déjala sobre tu buró para que al despertar recuerdes por qué vale la pena salirte de la cama ya.
ESTABLECE LÍMITES. Este tiempo “extra” que vas a darte por las mañanas debes aprovecharlo exclusivamente para aquello que te entusiasma, no lo malgastes revisando emails, cortándote las uñas o viendo Facebook. Una vez que te hayas lavado la cara y te hayas preparado tu café (o lo que sea que necesites hacer para despertarte), inicia la actividad que elegiste y no te distraigas con nada más. Aún si tienes la cocina desbordada de platos sucios o si olvidaste meter la ropa a la secadora o si te tienta prender la tele para ver qué está pasando en el mundo, tu objetivo es hacer eso que elegiste sin interrupciones. Recuerda que cualquier tarea simple puede robarte minutos valiosos así que mejor aprovéchalos para hacer eso que te inyectará de motivación por el resto del día.
DESHAZTE DEL RELOJ. Aunque suene imposible, lo ideal sería que entrenaras a tu propio cuerpo a despertarse solo, sin un ruido que lo asuste (aunque sea musiquita). ¿Cómo hacerlo cuando sientes que no puedes abrir el ojo? Ajusta tus horas de sueño: si vas a despertarte 30 o 45 minutos antes de lo habitual, duérmete también 30 o 45 minutos más temprano. Necesitas experimentar hasta encontrar cuánto sueño requiere tu cuerpo – aunque 8 horas son lo básico, algunas personas funcionan bien con 7 y media, o necesitan 10. Con el tiempo, esta disciplina se convertirá en un hábito natural. Si eres mamá, claro está, el esfuerzo será doble: tendrás que rendirte de una vez por todas y tratar de irte a la cama apenas tu querubín toque la almohada. Sí, existe la tentación de seguir despierta hasta largas horas de la noche dizque para “aprovechar” que los niños están durmiendo, pero siendo realistas, ya llevas horas despierta y estás agotada. Puede que seas más productiva si te acuestas más temprano (aunque siga habiendo interrupciones nocturnas de tu bebé) y te levantas más temprano para aprovechar más la mañana. No sólo habrás dormido más, sino que habrás iniciado el día haciendo algo para ti, que te entusiasma, y de ahí pueden salir las endorfinas necesarias para rendir y hacer lo mejor de tu día.
¿Cómo ves? ¿Te gusta el reto? Hay que ser consistente, al menos por un mes, y tener mucha fuerza de voluntad para cambiar tu rutina. Confía en que una nueva disciplina puede cambiarte mucho el ánimo, hacerte sentir renovada y más fresca durante el día. Pero sobre todo, es posible que logres cumplir con más de las cosas que tanto has querido hacer y que, según tú, no has podido porque…
Cuéntame, ¿cuáles son tus trucos para despertar con más energía? ¿qué cosas haces o has intentado que te ayudan a tener más energía a lo largo del día?
Besos,
Crédito foto: Kelsey Cherry via Happily Grey
Leave a Reply